AY, CALAMBRE,  ¡YA ME VOLVISTE A DAR!

AY, CALAMBRE, ¡YA ME VOLVISTE A DAR!

Los calambres musculares son contracciones o espasmos súbitos e involuntarios, es hasta cierta forma común sentirlos después de hacer ejercicio, sin embargo es mejor prevenir este tipo de malestares.

Algunos pueden doler más que otros, su duración es incierta, puede ser de pocos segundos o hasta varios minutos, puedes experimentarlos en las piernas, pies, brazos, abdomen o incluso hasta en las manos. Si empezaste a ejercitarte y experimentas calambres, sigue leyendo para saber sus causas y cómo evitarlos.

¿Qué causa los calambres?

– Falta de calentamiento antes de una rutina de ejercicio.
– Compresión de los nervios, por problemas como una lesión de la médula espinal o un nervio pinzado en el cuello o la espalda.
– Falta de hidratación, potasio o calcio.
– Músculos con poca irrigación sanguínea.

¿Qué hacer cuando me da un calambre?

  • Estira y/o masajea si es posible de forma suave el músculo dañado.
  • Aplica calor cuando el músculo está tenso y hielo cuando el músculo esté más relajado.
  • Ingiere líquidos.

*Recuerda que existen medicamentos de venta libre que pueden ayudarte a reducir el dolor.

¿Cómo evitar los calambres?

Calienta tus músculos aunque hagas ejercicio de bajo impacto. Toma agua antes, durante y después de tus rutinas.
Si te dan calambres especialmente por la noche, estira los músculos de tus piernas antes de acostarte.
Mantén tu cuerpo bien hidratado.
Procura una dieta balanceada.
Consume regularmente vitaminas.

*Si los calambres son una constante en tu vida -y si además- son severos, acude de
inmediato al médico y cuídate del apodo entre amigos y amigas “El calambres o La
calambres”.

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